A mi tío Ñato le encantaba que escribiera. Tanto él como mi tía Elvira (su esposa, mi tía) les encantaba que en alguna reunión familiar, saliera al frente y la haga de anfitrión o que exprese algunas palabras. Mi roche (timidez) combatía contra sus anhelos, y por lo general me quedaba sentado en un sofá o al lado de mamá. Cuando me armaba de valor y salía al frente (en reuniones familiares) a hablar, él era el primero en decirme: "ves comparito? lo haces bien!!".
Los recuerdos más felices de mi infancia están relacionados con mi familia. Los cumpleaños, las parrilladas en la casa de mi tía Adela, las reunas en Lince, las vacaciones donde mi madrina Ofelia, las fiestas de carnaval, las bailantas en cada cumpleaños de mi tío (y todos los primos siempre encerrados en un cuarto, mirando TV) y las navidades en la casa de mi tíos ñatos. Ésto se convirtió en un ritual, incluso cuando llegamos a ser adultos. Era una reunión de cada 25 de diciembre, en donde todos los sobrinos nos reuníamos en la casa de mis tíos ñatos y compartíamos una navidad diferente. Ellos nos engreían demasiado. Somos sus hijos y siempre estuvieron (y estarán) con nosotros en cada momento importante que acontecía en nuestras vidas. El amor de ellos era tal, que se esforzaban porque cada reunión no nos faltase nada....
Mi tío Ñato era un gran nadador. En su juventud perteneció a la Marina de Guerra del Perú y noté siempre su amor por el mar. De niño, veía pasmado como se metía a nadar en las playas de San Andrés (Pisco) hasta el fondo, desatando los gritos de espanto de mi tía Elvira, quien le decía: "Ñatito, no te vayas tan adentro por favor..." Yo me reía y observaba como mi tío era un delfín en el mar. Tenía 9 años. A lo lejos, mientras yo chapuceaba en la orilla, mi tío gritaba: "Comparito, venga para acá.... el mar está tranquilo."
"El mar es la libertad en sí. No tiene paredes ni límites, usted puede nada tranquilo. Aquí no le pasará nada". Desde aquella vez, me enamoré del mar y las últimas veces que iba a la playa en familia, eran a mí el que tenían que gritar para que no estuviese mar adentro..... yo solo digo: "pero si el mar es bello".
Los cumpleaños eran una gran celebración en la familia, cuando todos los sobrinos eramos pequeños. Se reunían casi toda la familia y siempre esperábamos los regalos que nos darían. Pero casi siempre, cada uno de nosotros (sin temor a equivocarme) esperábamos la presencia de alguien que nos cambie el rostro. Mi tío Ñato llegaba siempre con "EL REGALO". No sé como hacía para chuntarla, pero sus regalos eran los que más brillaban en los cumpleaños. Y sus abrazos eternos que aún extraño cada vez que cumplo años. Conforme nos hicimos viejos, los regalos ya no eran algo usual en cumpleaños o navidades. Pero siempre él y mi tía Elvira tenían algo para nosotros, que a pesar que no sean tan fastuosos como lo que nos daban de niños, igual eran muy importantes: se notaba que siempre buscaron robarnos una sonrisa.
Me jodió demasiado verte como te vi los últimos dos años. Para mí hoy no es un día triste, sino de alegría porque sé que ya no estás sufriendo. Sé que estás dando por allá arriba y por fin te has reencontrado con mi abuela Ofelia, de quien tanto nos hablaste y de quien tantas veces te sentiste orgulloso. Me encantaría que vieras a mis hijos, mis logros, los nuevos sobrinos, los nuevos proyectos, las bodas, los bautizos, las primeras comuniones..... pero no se podrá.
Cada vez que mire al mar me acordaré de tu risa cuando contaba algún chiste o las veces que me decías que no le tenga miedo al mar. Los consejos para que sepa controlar mi conducta y la forma como comías rocoto (gracias por hacerme querer al buen rocoto!!). Te extrañaremos mucho. Las navidades ya no serán las mismas.
Tío Ñato nos vemos. Ya no sufres más, es lo bueno :).
"Cada cumpleaños, cuando todo parecía estar aburrido, llegaba él como si fuera un sol y alumbraba la sala con su carisma y su recordable risa. Sus abrazos llenaban de calor el momento y sus regalos eran la muestra de su amor: grande.
Hoy subiste y el cielo te recibió iluminado. El sol ha salido y alumbra tu ausencia.....
...me cae en el rostro y siento tu brazo en mi hombro diciendo: "sonría compadrito".
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