Sus finas facciones de porcelana
contrastan con lo directo de sus palabras;
quizá sea un espejismo su actitud desenfadada
quizá proteja un cristal que con cuidado
resguarda.
Las palabras que dibujo en el aire
no aterrizan en sus fauces como debiera,
resquebraja su fina coraza
la cual intento reconstruir con rimas
que no saben a mentira.
La chica de cristal no cree en simples perdones,
no se arrima a lo fácil ni adora lo banal,
adora su mundo de porcelana
que cual sensible como una rama
protege como único alivio ante el dolor.
La chica de cristal huye de palabras insanas,
se confunde con el sarcasmo pero de a pocos aprende
que no todo sabe a veneno....
...un cristal que hay saber cuidar.
**FiN**
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