sábado, 17 de noviembre de 2012

NADAR EN EL CIELO



El libro de enseñanzas sigo leyendo
el tiempo de infancia no se irá...
como cuando íbamos a ese club de playa
a jugar pelota y hacer piruetas en el agua,
comiendo pan con atún
riéndonos de tu risa contagiosa.

El libro de enseñanzas sigo leyendo
las navidades no serán como las de antes...
como cuando jugábamos bingo por el gran regalo,
aquel que siempre nos dabas en cada cumpleaños
con tus abrazos infinitos
y un beso en cada mejilla.

El libro de enseñanzas sigo leyendo
en cada tiempo difícil, ponías el cuerpo para que 
no nos demos cuenta de nada,
como cuando nos pasaba algo y eras el primero
en estar ahí,
celebrabas con nosotros cada triunfo
porque siempre fuiste un padre.

De aquella calle Chinchón
se quedará toda una vida de felicidad grabada
en mi mente,
tiempos en donde no existía desunión o algún tipo
de enemistad.
El amor y unión que enseñabas era más grande que el mar
que tanto querías,
en el cual me enseñaste a amar
y del cual me baso al componer...

Quizá estés nadando el cielo,
al lado de tu Ofelia querida, que llegamos a conocer
con aquellas historias que siempre nos
narrabas,


pronto nadaremos juntos de nuevo..
como antes, como siempre.


FiN